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Red de acciones urgentes

Cierre de AU: 096/21 | Índice: AMR 51/4861/2021 | Fecha: | Estados Unidos

Acción Urgente

Estados Unidos: EJECUTADO UN HOMBRE A PESAR DE SU DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Ernest Lee Johnson fue ejecutado en Misuri el 5 de octubre de 2021. Había sido declarado culpable y condenado a muerte en 1995 por los asesinatos de tres empleados de una tienda abierta las 24 horas en Misuri. En contra de lo establecido por el derecho internacional, un jurado lo condenó a muerte a pesar de haberse presentado una alegación de discapacidad intelectual. Los tribunales denegaron sus peticiones de que se le aplicara un método alternativo de ejecución a causa del riesgo de que, a causa de una enfermedad que padecía, sufriera violentas convulsiones provocadas por las sustancias utilizadas para la inyección letal. Los tribunales estatales y federales denegaron sus recursos de amparo, y el gobernador de Misuri se negó a detener la ejecución o conmutar su condena.

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Ernest Lee Johnson fue declarado culpable y condenado a muerte en 1995 por los asesinatos, cometidos en 1994, de Mary Bratcher, de 46 años, Fred Jones, de 58, y Mabel Scruggs, de 57, en una tienda abierta las 24 horas en Columbia, Misuri, en la que trabajaban los tres.

En 2002, en su sentencia de Atkins v. Virginia, la Corte Suprema de Estados Unidos resolvió que la ejecución de personas con discapacidad intelectual contravenía el consenso nacional y era inconstitucional. A pesar de las pruebas sobre su discapacidad intelectual y de su diagnóstico de síndrome alcohólico fetal, un jurado condenó de nuevo a Ernest Johnson a muerte. El juez de esa vista indicó a los miembros del jurado que, para emitir un veredicto de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, tenían que concluir unánimemente “por la preponderancia de la prueba” que Ernest Johnson sufría una discapacidad intelectual. La defensa objetó a esta indicación, alegando que debería haber recaído sobre la fiscalía la carga de demostrar que Ernest Johnson no sufría una discapacidad intelectual.

En 2008, Ernest Johnson fue sometido a cirugía cerebral para extirpar parte de un meningioma, un tumor que no pudo ser extirpado en su totalidad. Desde la cirugía, Ernest Johnson sufría crisis convulsivas, por lo que se le había prescrito medicación antiepiléptica. Antes de su ejecución programada para 2015, su abogado, basándose en el testimonio de un experto en anestesiología y cirugía, presentó ante un tribunal federal una moción en la que pedía una suspensión de la ejecución, alegando que las sustancias utilizadas para la inyección letal en Misuri podían causar a Johnson violentas convulsiones, lo que convertiría su ejecución en inconstitucional. La Corte Suprema detuvo en 2015 la ejecución de Ernest Johnson para permitir que continuaran las apelaciones en torno a esta cuestión, pero en abril de 2020 la Corte de Apelaciones del Octavo Circuito, corte federal, rechazó la apelación de Johnson para que se le aplicara un método alternativo de ejecución. Los tribunales estatales y federales denegaron las apelaciones finales, y el gobernador de Misuri se negó a otorgar clemencia en este caso.